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27.4.14

9 errores comunes al instalar una casa

El mejor consejo para la instalación y decoración de la casa es no precipitarse a la hora de comprar los muebles, los complementos o querer tener toda la casa decorada desde el primer día.


E1. Comprar todos los muebles antes de irse a vivir a la casa. Muchas veces la ansiedad o el perfeccionismo llevan a comprar todo con anticipación. Es mejor y hasta divertido que, una vez instalados vayan viendo las necesidades de espacio, de almacenamiento, qué muebles son más prácticos...
 
E2. Pintar sin tener en cuenta la iluminación de las habitaciones y el espacio disponible. Aunque gusten mucho los colores muy fuertes,  que ahora están de moda, sean conscientes de los metros cuadrados de que disponen.
 
E3. No dar suficiente importancia al olor. Cuando se entra en una casa que huele bien ¡qué agradable resulta! Utilizar ambientadores es buena idea para estar más cómodos en casa.
 
E4. El hogar refleja la personalidad de sus moradores. Vean bien y estudien si quieren un sofá más grande, aunque con ello se suprima espacio a una mesa, o si prefieren tener terraza en lugar de tendendero.
 

E5. La tendencia natural a hacer armarios enormes para intentar guardar todo. Si la casa es pequeña quizá debamos ser más estrictos y hacer limpiezas anuales para no conservar objetos o ropa que casi no usamos.
 
E7. Buscar sólo la parte estética de los muebles y complementos. Está claro que los objetos de nuestra casa nos tienen que gustar, pero no podemos pasar por alto que sean prácticos, que se limpien con facilidad...
 
E8. En la cocina si no vamos a tener mucho tiempo para limpiar o cocinamos con mucha frecuencia, lo mejor es tener los utensilios guardados en armarios y cajones. Estéticamente tenerlos colgados queda muy bien pero puede ser un trabajo extra.
 
E9. Acondicionar la casa con un sistema de calefacción eficiente y de aire acondicionado. Estar a una temperatura agradable en casa tanto en verano como en invierno es esencial para una vivienda confortable, por lo que merece la pena invertir en ello.

16.4.14

Los eclipses empiezan y terminan. Las crisis, lo mismo.


En un matrimonio hay tres entidades: el esposo, la esposa y el matrimonio en sí mismo: el “nosotros”. ¿Qué pensamos de un organismo vivo si no crece? Que está enfermo o se está muriendo. Cuando un matrimonio se estanca en una etapa, deja de crecer y puede morir.
 

En los años que van desde el 3º al 10º de casados, suelen darse realidades predecibles y necesarias que involucran lo físico, emocional y espiritual de ambos y del “nosotros”. Algunos la llaman la etapa del amor realista.

El realismo lleva a aceptar que la relación no será un idilio eterno, una unión maravillosa si no ponemos esfuerzo.  Pueden aparecer la rutina, el cansancio, tensiones... El primer indicio de que lo romántico se está acabando suelen ser las diferencias que aparecen comentarios como: “¡has cambiado! No eres la misma persona con la que me casé!”...


Es básico en esta etapa comunicarse mutuamente las necesidades y expectativas respecto a los hijos, el trabajo, los amigos, el deporte, etc.  Los conflictos posibles deben ayudar a madurar y expresar una sana autonomía. Hay que evitar tanto la “compenetración” total, como el desacuerdo sistemático. Hay que luchar por la unidad en la diversidad personal. Si un cónyuge presionara al otro para que regresara a la primera etapa, ya sea con sugerencias, reclamos o con súplicas desmedidas (chantaje emocional) surgiría un conflicto más importante, se irían alejando espiritualmente uno del otro. 


Los jugadores de ajedrez descubren la estrategia del juego a medida que progresa la partida y sus metas al principio de la jugada no son las mismas que al final. De la misma manera cada etapa del matrimonio tiene una tarea a completar antes que comience la siguiente.  Sugerimos:

  • Aceptar que no pueden pretender que su relación matrimonial satisfaga todas sus necesidades a la manera como una madre satisface todas las necesidades de su hijo.
  • Idear una nueva manera de configurar su relación. Concederse tiempo para estar solos, restableciendo relaciones con sus amigos y familia, sin dejar de realizar y disfrutar actividades en común y “de a dos”.
  • Reconocer expectativas y funciones que tienen uno del otro y compaginar ambas maneras de ver las cosas considerando al otro como adulto y no como un padre o un hijo. Para ello hay que saber reconocer sinceramente y comunicar las propias necesidades humildemente.
  • La llegada de los hijos, obliga a afrontar y equilibrar los distintos papeles de marido y mujer, madre y padre, a definir las responsabilidades de cada uno: quien se encarga de qué: cuidado, atención, proporcionar sustento económico… Hay que negociar qué funciones desempeñar en cada momento.
  • Aprender a entenderse, revisar aspiraciones personales y considerar despacio y muchas veces los compromisos asumidos al casarse.
  • Aprender a enfrentar tensiones y conflictos, sin dejar de mantenerse unidos. Y de ser necesario, saber pedir ayudas.
Estas actitudes influyen positivamente en el mantenimiento de una excelente relación y logran que una crisis finalice con el plus de un amor más maduro.

2.4.14

Los padres y la vitamina T

La vitamina T es indispensable para el buen desarrollo, crecimento, y maduración de los hijos.
Todos las madres y padres, deben tenerla en su "botiquín diario"

No es preciso perder tiempo buscando en Google cuál es la vitamina T, porqué no la van a encontrar. No existe en la farmacopea vitamínica oficial sin embargo es imprescindible que todas las madres y padres la tengan en su "botiquín diario".

¿Cuál es la vitamina T? Muy simple: representa la “T” de “tiempo” de dedicación a los hijos. 


Y a la “T” le acompaña siempre todo un pack de subvitaminas que son: dulzura, cercanía, atención, participación… “sustancias” todas ellas que los adultos responsables del cuidado de los niños deben administrarles al mismo tiempo que les prodigan la imprescindible dosis masiva de vitamina T.

FotoEl Doctor Paulino Castells, es Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona, especialista en Pediatría, Neurología y Psiquiatría, es Profesor Titular de Psicología de la Universidad Abat Oliba CEU.


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