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14.4.13

En contra de las apariencias



 
Mucho ruido hicieron quienes estaban organizados para ello en las barras del Palacio Legislativo el triste día que se aprobó en Uruguay la ley, mal llamada desde el punto de vista sintáctico y conceptual, del “matrimonio igualitario”. Mucho ruido y -el tiempo dejará ver- que son pocas las nueces (los frutos) y además amargos.

Como uruguayos lamentamos este paso atrás en la conquista de los derechos sociales de todos los ciudadanos. Es una ley que perjudica y desestabiliza los derechos y deberes de todos los orientales. ¿Por qué? Porque oscurece el carácter particular y por lo tanto verdadera, de la institución matrimonial de un hombre y una mujer: sólo tal unión por amor y jurídicamente reconocida, es fundamento natural de la familia y por lo tanto de una sociedad sana y que progresa.

Uruguay retrocede, Sin embargo, muchos festejan… paradojas que el tiempo se encargará de clarificar. Lamentablemente en ese tiempo, muchos niños habrán sido víctimas del retroceso jurídico.

El IUFF es partidario de la ecología humana, atacada por la ley recientemente aprobada. Según el RAE (Diccionario del a Real Academia de la Lengua) la segunda acepción del término de “ecología” proviene de “eco”, deriva del griego (oiko) y significa ámbito vital, casa o morada.
 
La familia fundada en el matrimonio heterosexual es la primera estructura fundamental a favor de la ecología humana, el ámbito vital y morada por excelencia de las personas. Otros tipos de uniones entre seres humanos que hoy pretenden también adjudicarse el nombre de familia, no reúnen las condiciones que necesitamos como personas, dada nuestra dignidad y condición, para poder manifestarnos en nuestra singularidad y relacionalidad, para lograr nuestra afirmación personal en la donación y aceptación a y por parte de otras personas que nos complementan.

EL IUFF no puede menos que continuar su esfuerzo por preparar el progreso  del Uruguay del mañana, promoviendo ilusionado la preparación de parejas de novios que se sienten llamados a conformar un proyecto de vida feliz entre varón y mujer.

Seguimos con entusiasmo, promoviendo la estructura natural de la familia, como unión  de un hombre y una mujer basada en el matrimonio. Defendemos la familia de institución matrimonial heterosexual contra los intentos de equipararla jurídicamente a formas diferentes de unión que, en realidad,  perjudican a todos y contribuyen a  desestabilizar y oscurecer su carácter particular y su papel social irreemplazable.

1.4.13

¿Un matrimonio feliz por largos años? 3



El Dr. Conen menciona en el tercer video una frase muy sencilla pero trascendente. Nunca había reparado en su importancia: “El amor entre un hombre y una mujer es una realidad  gobernable de a dos.”  Es un concepto que muestra la clara responsabilidad de los matrimonios  para afrontar los problemas y situaciones difíciles que pueden generarse en la familia. Da cierta tranquilidad para aquéllos momentos en los que se piensa que se “acabó el amor” minimizándolo a un “actualmente la pasión – ‘amor del corazón’ – no está tan latente como antes”.

Más adelante retoma la idea en la “tercera clave” de “Vivir amores enteros no reducidos” culminando con otra frase que considero bastante contundente con respecto a la importancia de lo mencionado: “Amar con la cabeza y el corazón”.

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