Vivir
armoniosamente juntos siendo diferentes condiciona la futura inserción
social. Es un tema que ha de gestionarse en el seno de la familia.
¿Somos conscientes de que es en la intimidad de familia donde se juegan la primera aceptación o las confrontaciones a la diferencia con los demás?
Desde antiguo existe como una especie de obsesión
por "parecerse a..." y el miedo de "ser diferente".
El “parecerse a” da cierta seguridad, refuerza el sentido de pertenencia, facilita la creación de lazos, es una prueba de reconocimiento. “Ser diferente” suscita interrogantes, puede generar miedo a que se burlen de nosotros…
Los padres pueden a veces maravillarse: “¿cómo si todos son hijos de los dos salieron tan