La familia de fundación matrimonial es la institución natural más atacada en los últimos decenios. La influencia de ideologías de género equivocadas, la presión de lobbies económicamente muy fuertes etc. son el origen de la mayoría de esos ataques. Otro enemigo es la ignorancia reinante respecto a qué es el matrimonio como institución natural: base y sotén de toda sociedad sana.
La reina Isabel II aprobó ayer un proyecto de ley que legaliza las
uniones de personas del mismo sexo en Gran Bretaña. La nueva ley permitirá a
las parejas del mismo sexo "casarse" en ceremonias civiles y
religiosas. También permitirá a las parejas del mismo sexo que habían entrado
en asociación civiles para obtener el estatus legal de "matrimonio".
La reacción del presidente y vicepresidente de la Conferencia
Episcopal de Inglaterra y Gales, el arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, y
el de Southwark, Peter Smith han emitido una declaración en respuesta a esta
aprobación. Explican por qué se oponen a esta ley: “el matrimonio se desvirtúa
y se convierte en una instituciónen la que la apertura a los niños, y con ella
la responsabilidad de los padres y madres a permanecer unidos para cuidarlos nacidos
ya no es el centro".
También señalan la falta, al interno de la ley, de la tutela del
derecho a la objeción de conciencia de los funcionarios civiles aunque por otra
parte se muestran a favor de la garantía de que nadie pueda ser discriminado en
su puesto de trabajos por sus convicciones que el matrimonio puede ser solo
entre un hombre y una mujer.
Para finalizar el comunicado, los obispos recuerdan la gran
tradición de tolerancia que caracteriza a Gran Bretaña y por ello creen
importante afirmar y fortalecerla, "en este momento en el que se ponen en
discusión visiones del matrimonio profundamente sentidas e
irreconciliables".