La mayoría de las familias cristianas desean bautizar a su
recién nacido cuanto antes. Entre los que así lo deciden se encuentran hijos de
los Matrimonios del IUFF han nacido en estas semanas.
Al recibir el Bautismo, los niños son incorporados al
misterio de Cristo, acogidos en la Iglesia como miembros vivos, se les borra el
pecado de origen con el que todos nacemos y son con propiedad “hijos de Dios”.
Esta filiación queda impresa en ellos como una señal o marca indeleble, aunque
de adultos renegaran de su fe.
La prontitud en bautizar a los hijos es lógica: sus padres en la ceremonia religiosa de su casamiento, asintieron al compromiso de educar a sus hijos en la fe. El bautismo es, antes que nada, el sacramento de la fe. No es solo

La prontitud en bautizar a los hijos es lógica: sus padres en la ceremonia religiosa de su casamiento, asintieron al compromiso de educar a sus hijos en la fe. El bautismo es, antes que nada, el sacramento de la fe. No es solo
Algunos pueden opinar: el niño todavía no puede vivir ni
proclamar su fe ¿no sería mejor esperar hasta que llegue a adulto y lo decida él libremente?
Por el hecho de no preguntarle si desea ser bautizado los padres no coartan su
libertad, como tampoco o hacen cuando lo
acercan al pecho de su madre sin preguntarle si desea alimentarse. Así como no
sería bueno no alimentar al bebe, no es la mejor opción dejarlo por largos meses
o años sin los efectos del Sacramento del Bautismo.
Al ser bautizado y recibir el regalo de la fe, el bebe no
puede asumir los compromisos que ese sacramento supone. Son los padres y padrinos quienes los asumen.
¡Qué lógico que lo hagan en su nombre sus seres más queridos!
Se piensa con mucho fundamento que desde los primerísimos tiempos de la
Iglesia ha existido esta práctica de bautizar a los bebes. Por el año 200 ya era una costumbre instalada. Hay más razones en favor del bautismo de
los recién nacidos sin esperar que sean más grandes o, lo que es insostenible
racionalmente “para que lo decidan ellos cuando sean grandes”.
Trini nació prematura, su padre Diego la bautizó en la sala de parto con la fórmula sencilla que existe para estos casos. M. Silvia había tenido un embarazo muy complicado. La lucharon juntos y con mucha fe y sentido positivo, pero desearon asegurarse que Trini recibía el bautismo, en su forma más elemental. Más adelante, cuando salió del CTI y pudieron llevarla a casa, completaron la ceremonia. Hoy Trini crece contenta y feliz, no porque la bautizaron, sino porque sus entre sus padres y los médicos pusieron todos los medios científicos y de sentido cristiano de la vida.
Trini nació prematura, su padre Diego la bautizó en la sala de parto con la fórmula sencilla que existe para estos casos. M. Silvia había tenido un embarazo muy complicado. La lucharon juntos y con mucha fe y sentido positivo, pero desearon asegurarse que Trini recibía el bautismo, en su forma más elemental. Más adelante, cuando salió del CTI y pudieron llevarla a casa, completaron la ceremonia. Hoy Trini crece contenta y feliz, no porque la bautizaron, sino porque sus entre sus padres y los médicos pusieron todos los medios científicos y de sentido cristiano de la vida.
Los padres siempre desean comunicar a sus hijos los grandes
valores de la vida. Es pues normal que deseen para sus hijos cuanto antes los
beneficios de la fe, aunque no será consciente de ellos hasta que crezca. ¡Qué
agradecido estará entonces a sus padres!