Soy Julia: mamá, mujer, educadora, ingeniera, científica, extensionista, poeta y bruja, entre otras cosas.
Me formé en la
universidad pública como ingeniera química, siendo una de las primeras mujeres
de mi familia en lograr un título de grado; pero no fue tempranamente que pude
iniciar mi doctorado, el cual me abrió la cabeza y el alma.
Fue recién a
mis 35 años, con dos criaturas pequeñas, en esas vueltas de la vida en que una
tiene que reconstruirse. Retomar la vida profesional con dos crianzas pequeñas
—con una de ellas en proceso de diagnóstico de una condición como es el
autismo— es algo que no es visible. ¿Cómo se hace en estos tiempos para poder
ver lo singular de cada persona?
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