La tecnología es importante, sin embargo, puede convertirse en una amenaza para la verdadera red de relaciones de carne y hueso. Nos aprisionan en una realidad virtual y aíslan de las relaciones auténticas.
Las redes sociales pueden ser beneficiosas si se usan con moderación y prudencia. Pero si están continuamente en la órbita de una familia, afectan al encuentro y a la comunicación familiar. Seamos sinceros: ¿podemos reducir el tiempo que les dedicamos?
Las redes sociales no son necesariamente un problema para las familias: pueden ayudar a construir una ‘red’ de amistades, solidaridad y apoyo mutuo. Las familias pueden conectarse a través de Internet y beneficiarse de ello.
Francisco en Encuentro Mundial de las Familias. Dublín, agosto 2018