El progreso de la tecnología es imparable. Bien utilizado resulta magnífico. Sin embargo hay que saber el ambiente cibernético, tan líquido erosiona reglas conocidas y definidas hasta ahora del buen vivir y del ser persona. No sabemos qué efectos tendrá en el futuro de los jóvenes.
La era digital cambia drásticamente nuestro modo de sentir y comportarnos. El continuo flujo de información genera cansancio y ansiedad. Esto, unido a una vida frenética llena de estrés, contribuye a hacer más lentos los procesos decisorios.
La única solución es frenar, pasar del always on (siempre on line) al sometimes on (algunas veces on line). De lo contrario, se resentirán nuestra vida, nuestras relaciones, el trato humano. Sin caer en alarmismos, hay que frenar y reordenar nuestra vida para ser realmente dueños de las