Ideas
extraídas del libro del Cardenal Daniel Sturla en su libro “¿Santa o de
Turismo? Calendario y secularización en el Uruguay” (2010)
La clásica Semana Santa que figura en todos los calendarios de Occidente recibe en Uruguay el nombre de Semana de Turismo. También se la conoce como semana criolla, semana de la cerveza, semana de la vuelta ciclística, semana del río... ¿Se trata tan solo de la promoción de una de las industrias más redituables de la economía uruguaya como es el turismo? Debemos responder que NO.
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| En Pascua celebramos la Resurrección de Jesús |
Buceando en su origen, tras este nombre, se encuentra un proyecto de descristianización del país. Es fruto de la ley de feriados de 1919. Es la “frutilla de la torta”, de un largo proceso de secularización de nuestra sociedad, que comenzó a hacerse sentir en nuestras leyes en 1861, con la ley de secularización de los cementerios y que tuvo su momento culminante en la reforma constitucional de 1917, que establecía la separación de la Iglesia del Estado, y que éste “no sostiene religión alguna”.
En los años que van de 1861 a 1917, una serie de leyes fueron pautando un proceso que reflejaba un divorcio, que al principio fue entre la Iglesia y la élite intelectual y política uruguaya, pero que se fue ampliando y repercutió fuertemente en toda la sociedad.
Los escalones de ese mamarracho jurídico fueron las siguientes leyes:
- 1885 se estableció como único matrimonio válido el civil
- 1905 se quitaron los crucifijos de los hospitales y de toda oficina estatal
- 1909 se dejó de enseñar la religión en las escuelas etc. etc...
El 1º de marzo de 1911 asumía por segunda vez la presidencia de la República Don José Batlle y Ordóñez marcado por su voluntad de continuar la política laicizadora y anticlerical que había ya manifestado en su primera presidencia.
Ese afán secularizador con respecto al calendario llegó a su punto culminante en 1911 con el intento se suprimir el domingo como día de descanso semanal. Se pretendió organizar el país con una “semana” de seis días: cinco de trabajo y uno de descanso rotativo, de tal forma que nunca se interrumpiera la vida social. Este extremo causó rechazo y en la práctica se veía inviable. Los diplomáticos acreditados en nuestro país se asombraban de estas propuestas y las comentaban a sus gobiernos; la prensa, más jocosamente señalaba: “Dios creó el mundo en siete días, Batlle lo redujo a seis”.
COSAS CURIOSAS DE NUESTRA HISTORIA, QUE EXPLICAN POR QUE NOS CUESTA TANTO SER CRISTIANOS COHERENTES EN AL VIDA PUBLICA
En 1919, ya con la entrada en vigencia de la nueva Constitución, los anticlericales argumentaban que no eran más de asueto los días de fiestas religiosas, se vieron en la necesidad de presentar propuestas diversas de “feriados”, sin el extremo de supresión del domingo, pero sí eliminando todo vestigio de fiestas religiosas. Se eliminaba toda fiesta cristiana: Navidad, Pascua, Inmaculada, etc. y se incorporaban fiestas patrias o de las estaciones: del verano el 22 diciembre, del invierno 21 de junio…. Total… un calendario “pagano”.
Las fiestas son un elemento clave de la vida humana y por lo tanto de la vida cristiana. La Semana Santa solo será tal si los cristianos la vivimos. Los feriados laicizados del Uruguay, los 100 años de laicismo, constituyen un desafío grande a nuestra fe y a nuestra capacidad de evangelizar, confiando en el soplo del Espíritu, esta sociedad que también nosotros hemos forjado.
El balance entre los aspectos religiosos y seculares de las celebraciones religiosas de S. Santa, no son tan fáciles de llevar en una familia católica uruguaya, porque se nos mete lo de Semana de turismo, no es fácil, porque las celebraciones seculares para los niños y jóvenes son casi siempre más atractivas que las religiosas.
El martes 24 de marzo el Papa Francisco invitó a 'ser cristianos sin peros'. Buen momento para empezar es la S. Santa aprovechando las gracias que otorga esta semana.
