Se ha sabido recientemente que los matrimonios españoles que desean adoptar un niño en Rusia ven paralizados sus trámites por exigencias del nuevo Código de Familia ruso, que quiere garantizar que los niños solo serán dados a familias a cargo de un padre y una madre. La situación es más ardua si se tiene en cuenta que Rusia es uno de los principales países de origen de las adopciones internacionales en España.
Pero el rechazo no proviene solo de Rusia. También China, otro de los principales países de origen de adopciones internacionales, ya solo concede niños a las parejas de marido y mujer con varios años de matrimonio.

Estos países también legislan la adopción así, porque no han olvidado que, como ya advirtió Kant, la única actitud adecuada de trato con una persona es el amor, porque es la única que valora a la persona no como un medio, sino como fin, que es como se debe tratar a las personas por la dignidad que poseen.
Aplaudimos a Rusia y China: las funciones de madre y padre son complementarios e inseparables; presuponen que se establezcan relaciones interpersonales específicas entre padres e hijos.